Junio nuevo, vida nueva

Con el mes de junio llegan las lluvias, el fin de las clases en los colegios, la consiguiente pacificación del tráfico a las cinco de la tarde, las mudanzas, los traslados y las despedidas, nuevos proyectos y el agobio de "estamos ya a mitad de año y no hemos ejecutado más que el 20% del presupuesto..."

En junio también tuvimos inquilino por unos días... El lunes apareció en casa Miguelito. Lo habíamos visto ya alguna vez merodeando por la casa, pero nunca se había atrevido a entrar. Tímido, pero parecía juguetón. No sabemos donde se ha pasado estos cinco días escondidos desde que el lunes lo descubrimos detrás de la estantería de los libros... pero sus cagaditas por la casa nos recordaban su existencia.

Hoy jueves traté de poner solución. No es que sea un inquilino incómodo, pero tampoco participa mucho de la vida en casa. Así que hoy le preparamos una linda ratonera y ahí nos lo hemos encontrado al regresar a casa! 

Y ahora? Lo matamos? Esperamos a que haga efecto el veneno? Lo liberamos en la terraza del vecino? Mira que tenía cara de majo, eh? Pero por respetar vuestra sensibilidad os ahorramos la fotillo que le hemos hecho acorralado en una esquinita de su jaula...

Al final nos ha costado poco deshacernos de él. Hemos bajado a la calle y lo hemos liberado en una zona de sombras en la acera de enfrente. No me dio mucho tiempo a localizar por donde salía corriendo cuando un gato hizo zas! y se lo zampó. Adiós Miguelito, ya no te veremos más por casa.

Eso sí, todavía quedan un par de cagadas de recuerdo...

Siguen los días lluviosos, así que pasamos mucho tiempo en casa. En el colmo de nuestras habilidades, hemos hecho un Risk casero con tornillos y tuercas, con un tablero de cartón aportación de Gallar&Cordón y con unos dados estupendos encontrados en el Russian por Cova. La Llauradó se libró de hacer los soldaditos, pero se curró una escalibada que quitaba el sentit... Eso sí, lo que más triunfó fueron las tortillas de la señorita García, sobre todo ya entrada la noche y después de cuatro horas de partida.

Por cierto, también en junio llegó la pequeña Marina. Larga, pelona y suave, según me cuentan. Ya llegará el momento de acunarla y limpiarle el culo. Enhorabuena, pareja! A disfrutar!

Abrazos,